Los mejores juegos de 2022 que no recibirán premios
Este año pasará a la historia por ser el año de Elden Ring y God of War: Ragnarok para el gran público. Los mejores juegos de 2022, una vez más, definidos por el triple A, el juego de acción en tercera persona, y el juego 3D de alta fidelidad gráfica, que sigue siendo el que copa los premios, reconocimientos y en definitiva, el que “parece” que mueve la industria de los videojuegos hacia delante. Pero hay otros juegos, otras propuestas, que por su naturaleza están en la sombra, pero también empujan el videojuego como medio de expresión creativa.
Esta es la lista de los mejores juegos de 2022 que se salen de lo común; el inventario de los títulos que han derribado alguna barrera y necesitan reconocimiento, a pesar de tener restricciones o defectos que les han empujado al “montón” de los olvidados.
Them’s Fightin’ Herds
Que este juego se haya hecho realidad, y además cuente con edición física, parece sacado de una película de ciencia ficción. Y no solo por su incomparable estética (inspirada en My Little Pony) sino por sus orígenes tremendamente humildes, tratando de capturar el espíritu de Street Fighter, y consiguiendo un éxito sin precedentes. Pero para qué vamos a ocultarlo, este es un juego condenado al nicho, a pesar de que su jugabilidad es exquisita, con un sistema de combos finísimo y por supuesto, un montón de personajes y movimientos nunca vistos en un fighter. Además, tiene un modo aventura de un jugador con mazmorras a lo The Legend of Zelda: ya es más contenido que muchos juegos triple A del género.
Yurukill: The Calumnation Games
Cuando descubres Yurukill te das cuenta de lo mucho que queda por explorar en ciertos géneros. Esta es una novela visual, pero también es un matamarcianos, y a ratos también es una aventura gráfica. Esta esperpéntica combinación es única en la historia, y a pesar de tener ciertos defectos, es irresistible. La historia avanza a través de varios personajes que, en teoría, han cometido un asesinato, y toda la investigación culmina con una fase shoot’em up cuya dificultad depende de lo bien que hayamos resuelto el capítulo de aventura gráfica. Es tan loco como suena, y cualquiera que lo juegue es capaz de darse cuenta del inmenso potencial que hay todavía por explorar en géneros que, a priori, podrían parecer estancados.
OlliOlli World
La magia de OlliOlli ya tiene unos años. De hecho, OlliOlli World no inventa nada fundamental que no hayan conseguido sus hermanos mayores. Pero lo de esta entrega ha sido realmente especial por varios motivos: este es un juego de skate que ha conseguido una identidad propia, que tiene una fórmula insoportablemente adictiva. Llegaremos a OlliOlli World por su intachable colorido, nos quedaremos por su original control con los dos joysticks, y volveremos a él una y otra vez por la banda sonora. Cuando este juego de skate 2D te hace click, ya no te abandona, y te ofrecerá retos cada vez más divertidos y más difíciles para que sigas con él. Como casi todo en esta lista, es un juego muy arcade, para sesiones cortas pero intensas.
Live a Live
2022 ha sido un año realmente irregular para Square Enix. Han sacado al mercado una cantidad ingente de juegos… pero la inmensa mayoría no han cosechado demasiado reconocimiento. No se le puede negar falta de ambición, puesto que ha creado varias franquicias, ha resucitado otras tantas, y en definitiva, ha tomado varios riesgos. Sin embargo, el mayor riesgo, y quizá su mayor logro, ha sido traer a la actualidad Live a Live, un RPG de Super Nintendo, con un tratamiento de la máxima calidad como remake. Y sí, calidad es la palabra correcta. El tratamiento que ha recibido este remake ha sido exactamente el que necesitaba: manteniendo la esencia de la obra original, que ya era originalísima, y refrescando sus apartados artísticos y jugables para multiplicar por 1000 su efectividad. Este es uno de los mejores remakes de la historia, no solo por su concepción, sino también por su significado: sacar de Japón un título oscuro y desconocido que, en el fondo, es una joya en bruto.
Trek To Yomi
El sino de Trek To Yomi ha sido aciago, porque ha salido en una época con mucha competencia en su temática, la de los samuráis. Y también, porque sus mayores virtudes son a menudo empañadas por sus defectos. Este es un juego muy primitivo a los mandos, pero extremadamente elegante y capaz en lo narrativo y visual. Pese a ser de origen polaco, sabe captar con suma inteligencia el folclore japonés, y no solo eso, sino que además lo hace desde un punto de vista cinematográfico. De las películas japonesas clásicas, las “más japonesas” si me permiten los cineastas actuales: aquellas que usaban planos fijos y reflejaban el inconfundible estilo del sentir nipón. Este es uno de esos juegos capaces de sobresalir tanto en un extremo, que compensa los demás. Si vas a jugarlo, un consejo: selecciona la dificultad más alta.
Infernax
De metroidvanias está el panorama lleno, ¿verdad? ¿Cómo elegir uno por encima del resto? A priori parece una tarea imposible. Todos ofrecen algo ligeramente distinto, pero pocos destacan en realidad. En el caso de Infernax, creo que vale más que una mención por saber cómo reproducir al detalle un juego de 8 bit. Esta clasificación es más rara de lo que parece, ya que la mayoría de juegos de este tipo se refugian en los 16 bit o directamente escalan hacia los gráficos HD. En Infernax no solo hay múltiples decisiones de diseño que convierten la experiencia en un juego de NES, sino que además es capaz de suavizar los problemas de aquella época con mucha astucia para que se pueda disfrutar en la actualidad, y añadir un barniz de originalidad con varias rutas jugables. Además, lo hace con referencias y parodias constantes a Castlevania II y Zelda II, las “ovejas negras” de sus respectivas franquicias. Una propuesta sin duda extravagante que, por sorpresa, sale de maravilla. No olvidemos la opción de jugar con protagonistas distintos dependiendo del nombre que elijas al empezar la partida… ¿te suena?
Menciones de honor
Akai Katana Shin, por ser una obra maestra del bullet hell recuperada tras años en la oscuridad
Rolledrome, por tratar de fusionar dos géneros de forma bombástica: skate y shooter
Tunic, porque si no lo he metido en la lista es porque apenas he podido jugar una hora
Signalis, porque demuestra que el terror tiene vías más efectivas que el puro realismo